NATURALEZA
La naturaleza, en un sentido más amplio, es equivalente al mundo natural, mundo material o universo material. El término hace referencia a los fenómenos del mundo físico, y también a la vida
en general. Por lo general no incluye los objetos artificiales ni la
intervención humana, a menos que se la califique de manera que haga
referencia a ello, por ejemplo con expresiones como «naturaleza humana» o
«la totalidad de la naturaleza». La naturaleza también se encuentra
diferenciada de lo sobrenatural. Se extiende desde el mundo subatómico al galáctico.
La palabra «naturaleza» procede del latín natura que significa «perteneciente o relativo a la naturaleza o conforme a la cualidad o propiedad de las cosas», «carácter natural».1 El concepto de naturaleza como un todo —el universo físico— es un concepto más reciente que adquirió un uso cada vez más amplio con el desarrollo del método científico moderno en los últimos siglos.
Dentro de los diversos usos actuales de esta palabra, «naturaleza»
puede hacer referencia al dominio general de diversos tipos de seres
vivos, como plantas y animales,
y en algunos casos a los procesos asociados con objetos inanimados —la
forma en que existen los diversos tipos particulares de cosas y sus
espontáneos cambios—, así como el tiempo atmosférico, la geología de la Tierra y la materia y energía
que poseen todos estos entes. A menudo se considera que significa
«entorno natural»: animales salvajes, rocas, bosques, playas, y en
general todas las cosas que no han sido alteradas sustancialmente por el
ser humano, o que persisten a pesar de la intervención humana. Este
concepto más tradicional de las cosas naturales implica una distinción
entre lo natural y lo artificial (entendido esto último como algo hecho
por una mente o una conciencia humana).
Evolución de la vida
Al siglo XXI, la Tierra proporciona el único ejemplo conocido de un entorno que ha dado lugar a la evolución de la vida.42
Se presume que procesos químicos altamente energéticos produjeron una
molécula auto-replicante hace alrededor de 4000 millones de años, y
entre 3500 y 3800 millones de años existió el último antepasado común universal.43 El desarrollo de la fotosíntesis
permitió que los seres vivos recogiesen de forma directa la energía del
Sol; el oxígeno resultante acumulado en la atmósfera formó una capa de ozono (una forma de oxígeno molecular [O3]) en la atmósfera superior. La incorporación de células más pequeñas dentro de las más grandes dio como resultado el desarrollo de las células complejas llamadas eucariotas.44 Los verdaderos organismos multicelulares se formaron cuando las células dentro de colonias se hicieron cada vez más especializadas. La vida colonizó la superficie de la Tierra en parte gracias a la absorción de la radiación ultravioleta por parte de la capa de ozono.45
En la década de 1960 surgió una hipótesis que afirma que durante el período Neoproterozoico,
desde 750 hasta los 580 Ma, se produjo una intensa glaciación en la que
gran parte del planeta fue cubierto por una capa de hielo. Esta
hipótesis ha sido denominada la "Glaciación global", y es de particular interés ya que este suceso precedió a la llamada explosión del Cámbrico, en la que las formas de vida multicelulares comenzaron a proliferar.46
Tras la explosión del Cámbrico, hace unos 535 Ma se han producido cinco grandes extinciones en masa.47 De ellas, el evento más reciente ocurrió hace 65 Ma, cuando el impacto de un asteroide provocó la extinción de los dinosaurios no aviarios, así como de otros grandes reptiles, excepto algunos pequeños animales como los mamíferos, que por aquel entonces eran similares a las actuales musarañas. Durante los últimos 65 millones de años
los mamíferos se diversificaron, hasta que hace varios millones de
años, un animal africano con aspecto de simio, conocido como el orrorin tugenensis, adquirió la capacidad de mantenerse en pie.48
Esto le permitió utilizar herramientas y favoreció su capacidad de
comunicación, proporcionando la nutrición y la estimulación necesarias
para desarrollar un cerebro más grande, y permitiendo así la evolución
de la raza humana. El desarrollo de la agricultura y de la civilización
permitió a los humanos alterar la Tierra en un corto espacio de tiempo
como no lo había hecho ninguna otra especie,49 afectando tanto a la naturaleza como a la diversidad y cantidad de formas de vida.
El presente patrón de edades de hielo comenzó hace alrededor de 40 Ma y luego se intensificó durante el Pleistoceno, hace alrededor de 3 Ma. Desde entonces las regiones en latitudes
altas han sido objeto de repetidos ciclos de glaciación y deshielo, en
ciclos de 40-100 mil años. La última glaciación continental terminó hace
10 000 años